miércoles, 9 de noviembre de 2011

Spinoza y el Periodismo. Daiana Pérez

En el momento en que las autoridades judías se reúnen con Spinoza para intentar 'silenciar' sus ideas me di cuenta que se puede realizar un paralelo con la carrera que estoy estudiando: periodismo.
En el caso del filósofo fue indagar sobre la Biblia, en el caso de un periodista puede sucederle algo similar durante una investigación que lleve a cabo y encuentre información indeseada por alguna persona poderosa.
En el caso de Spinoza intentaron que deje de ver desde una mirada científica la Biblia sobornándolo con dinero que jamás aceptó, por lo que finalmente fue expulsado de la comunidad judía. Al periodista le puede pasar algo similar: le ofrecerán dinero para que no hable, lo amenazarán, etc. pero aquí dependerá del sujeto si acepta o no callarse por dinero o si revela lo que ha investigado sin importar cuál sea la amenaza.
Por otro lado, el hecho de que Spinoza sea expulsado podemos relacionarlo con alguna empresa, algun medio periodístico que despida a alguien porque no comparte su política editorial. O mismo que una directiva prohiba publicar aquella información importante tanto para el periodista como para el pueblo, y el periodista decida renunciar por sus propias convicciones, pero de alguna manera lo están censurando.

Por último, encontré esta imagen que al verla en la primer persona que pensé, luego de leer sobre su vida, fue en Spinoza.



Aquí vemos una sombra de un hombre: este filósofo vivió como si fuera una sombra, que nadie lo veía, que nadie lo saludaba, simplemente estaba. Pero por otro lado, en su interior podemos obserbar la presencia de 'IDEAS'. Y un poco era lo que sucedía con él, una persona que de un día para otro se convirtió en un 'muerto en vida' para el pueblo, pero que independientemente de ello, su cabeza desbordaba de ideas a las que siempre les buscaba un fundamento y jamás decía nada porque sí.







Ayelèn Carracedo



El tópico dice que en la guerra la primera víctima es la verdad. En el conflicto de Irak, no ha sido cierto gracias a los reporteros de guerra independientes, que desde Bagdad o con las tropas de coalición han sido los ojos de la opinión pública internacional.Esto sería muy bonito si fuese real. Lástima que esa información antes de llegar hasta nosotros pase por una serie de "filtros". Al final vemos lo que alguien ha decidido que veamos. La manipulaciòn de informacion y censura de las notas que se produce en el periodismo de guerra es extrema y hasta en ocasiones aberrante. En vez de analistas políticos han utilizado continuamente a personas que repiten y repiten los argumentos de los mandos políticos y norteamericanos o de donde fuese la guerra (hablo de estos paìses ya que es lo actual), realizando una auténtica propaganda de guerra.

Varias muerte de reconocidos periodistas en el medio tales como Parrado y Josè Couso en el año 2003 fueron las principales detonantes de la clara imagen de las situaciones precarias en las que se enncuentran los corresponsales y su casi inexistente sueldo porque màs de la mitad de ellos trabajan con pasantìas.

Defendiendo su ideologìa y sus ansias de relatar la verdad de la situación son personas destinadas a vivir o a veces morir por su ideal. No son periodistas como los demás. Se desplazan a los lugares más calientes del planeta para contarnos en primera persona lo que allí ocurre. Nos hacen llegar sus crónicas en medio del peligro y nerviosismo que produce el jugarse la vida todos los días. "El drama entre los reporteros es que no puedes admitirlo, -comenta uno de nuestros profesionales más veterano, Alfonso Rojo-. Por mucho riesgo que envuelva una zona en guerra, te sientes como un desertor si no vas. No tiene nada que ver con la redacción, el director o los lectores; es algo más profundo y personal".

Spinoza fue un claro ejemplo de este tipo de situaciones aunque no como corresponsal de guerra perosi defendiendo a muerte su ideal de vida y explorando su material para de esa manera actuar objetivamente y mostrarle a la sociedad lo que èl pensaba. Los periodistas de guerra tambièn hacen eso (no siempre) o por lo menos lo intentan. Spinoza muriò solo, jòven, con su ideal e incomprendido hasta el final de sus dìas, tal y como lo hacen la mayorìa de los corresponsales de guerra que no se venden ni aceptan un speach, tal como los corresponsales de guerra que luchan por su ideal y desean defenderlo asì sepan que el principal lema de este trabajo es que "la verdad es la primera en morir en el campo de batalla, la verdad se difraza ante el pùblico".

Aunque no se puede hablar de verdades o mentiras frente a Spinoza porque es algo sumamente relativo, se puede decir que èl creyò en su verdad y asì muriò, muriò por su ideal.

Aquì muestro uno de los artìculos màs emotivos y reconocidos en el àmbito de periodistas de guerra emitido en el 2003 pleno apogeo de la guerra de Irak.




NO MATAR AL MENSAJEROPor Ana Muñoz, periodista del CCS.



"Tengo una mala sensación", éstas fueron las palabras de Julio A. Parrado (corresponsal de El Mundo) antes de salir para cubrir el conflicto de Irak. Finalmente esa mala sensación se cumplió hace unas semanas. Junto a él, otros once compañeros han muerto en esta guerra injusta e inmoral. Doce informadores han pasado a formar parte de los "efectos colaterales" de este enfrentamiento armado. Dos mil periodistas han tomado parte en este conflicto y más de quinientos han estado en primera línea de batalla.
La mayoría de los periodistas hemos pensado alguna vez en dedicarnos a la corresponsalía de guerra. Todos los que nos dedicamos a esta profesión tenemos en nuestra memoria a personajes como Heminway, Leguineche, Alfonso Rojo o Pérez Reverte. La inmediatez de la noticia y convertirse en testigo directo de los acontecimientos son estímulos a los que un periodista no puede resistirse. Las dificultades para transmitir la información, la falta de sueño e, incluso, el hambre o el miedo son pequeños obstáculos para estos "neoaventureros". Los corresponsales de guerra son hoy lo que en el siglo XIX eran los conquistadores, que dejaban todo atrás en busca de nuevas tierras y metales preciosos.
El periodismo nació para contar historias. Una realidad que, a veces, se olvida por culpa de las presiones de los editores y directores de los grandes medios por conseguir una exclusiva. Ser el primero, llegar más lejos, forzar la máquina... es la dinámica que se instaló en las salas de redacción tras el caso Watergate. Sin embargo, "nunca hay una historia que valga una vida", dice una de las máximas de los corresponsales de guerra. Lo más importante es poder contar lo que está ocurriendo y para poder hacerlo hay que mantenerse vivo. Hay que tomar precauciones y llevar como "compañero de viaje" al sentido común.
En la última década, trescientos setenta y seis periodistas han sido asesinados cuando estaban realizando labores informativas, según el último informe elaborado por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ). Esta cifra convierte a la actividad profesional que ejerce el periodista en una de las más peligrosas del mundo. El año pasado fueron treinta y siete los informadores que perdieron la vida y el 2003 parece no tener muy buenas perspectivas. En los primeros cuatro meses del año ya han muerto catorce periodistas mientras realizaban su trabajo.
En la mayoría de los casos, el delito queda impune. El CPJ denuncia que tan sólo en 21 de los casos de los trescientos setenta y seis los asesinos fueron arrestados y puestos a disposición judicial. La información es uno de los derechos fundamentales que queda recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la mayoría de las Constituciones de los países democráticos. Sin embargo, "corren malos tiempos" para la profesión. Los conflictos internos y las guerras se suceden a lo largo y ancho del planeta, lo que hace que el ejercicio del periodismo sea cada día más difícil. La libertad de expresión se encuentra coartada y es difícil denunciar la situación en la que viven millones de personas: violaciones de derechos humanos, tramas fiscales... sin olvidar que aún en muchos lugares existe una férrea censura de la información.
Los periodistas no realizan su trabajo con las medidas de seguridad necesarias. A finales de los años 70, las NU discutían si era o no preciso ofrecer a los informadores el mismo estatuto que al personal sanitario en las zonas de conflicto. Así, cualquier asesinato o delito que se cometiera a un periodista pasaría a ser un crimen de guerra, como lo es cualquier ataque a un monumento patrimonio de la humanidad. Ahora parece ser el momento de retomar estas iniciativas. Para que ningún otro tanque gire su cañón para disparar contra el objetivo de una cámara. Para no matar al mensajero.









jueves, 3 de noviembre de 2011

Historia de Spinoza

Spinoza fue dos veces objeto  de una maldición: la primera mientras vivía, y la segunda luego de su muerte.
Él era un judío de origen portugués que había nacido en Amsterdam en el año 1632.
Debió salir de la Península Ibérica por persecuciones religiosas, pero con el paso del tiempo, junto al grupo de los escapados de la hoguera se han convertido en una comunidad próspera que manejaba buena parte de los negocios de la ciudad.
Su padre era muy importante en la comunidad ya que se destacaba como la máxima autoridad judía de la ciudad.
Entre los 6 y 22 años perdió a su madre, a sus dos hemanos, a su madrastra y a su padre.
Con un hermano que le quedaba fundó una sociedad comercial que se dedicó a la importación y exportación de frutas. Siempre visitaba la siagoga, pagaba sus limosnas y asombraba a la colectividad por saber de memoria todo el texto en hebreo del Antiguo Testamento. Tan sólo tenía poco más de veinte años y era un hombre admirable.
Sin embargo, terminó sus últimos días aborrecido, aislado y definitivamente exiliado del mundo, víctima de una maldición terrible que lo persiguió hasta su tumba.
Su religiosidad siguió un camino que lo enfrentó a lo que eran  las creencias comunes, y en aquella época eso no se perdonaba.
Su problema no fue que no conocía bien la Biblia, sino que la conocia DEMASIADO bien. Él no sólo tenía ojos de creyente, sino que también estaban en él los ojos de un verdadero científico.
Analizó la Biblia como nadie, dando a conocer sus contradicciones, atacó varias interpretaciones, etc., lo que era un suficiente motivo de escándalo.
Spinoza había empezado a perder su punto de vista del creyente, como también, las ganas de volver a él. Veía insostenible la fe en los milagros porque iban en contra de las leyes naturales.
Las autoridades de la comunidad judía querían evitar tener un conflicto abierto con Spinoza por miedo q
ue se genere una discusión pública con resultados catastróficos y más teniendo en cuenta que era el hijo del antiguo Mahamad de la comunidad. Por ello, lo invitaron a discutir en privado. Sorprendentemente, con sus firmes fundamentos el debate lo fortalecía cada vez más.
Quisieron que Baruch aceptara una pensión de mil florines a cambio de que se mantuviera como miembro de la comunidad y se dejara vez, cada tanto, por la sinagoga. No aceptó, y cada vez se vio más firme en su postura.
 Los miembros de la Mahamad decidieron castigar a Spinoza con el  más severo de los castigos: CON LA EXCLUSIÓN DEL MUNDO JUDÍO. Así fue como fue excomulgado y arrojado del seno del pueblo de irrael.
Con apenas 24 años se convirtió en un extranjero absoluto sospechoso para todos y ajeno a toda solidaridad. Ese día cayó  la maldición en él. A los ojos de los judíos Spinoza estaba muerto. Era como un fantasma, nadie lo miraba, le hablaba, ni lo saludaba. Él seguía viviendo en la ciudad donde había nacido, pero todo ocurría como si estuviera muerto.

Vivió el resto de su vida como pulidor de cristales, mientras meditaba en silencio durante horas. El polvo del cristal le hería los pulmones, lo que agravó una enfermedad que arrastraba desde niño.
El laberinto con el que soñaba Spinoza, que figura en el poema que Borges le dedico y publicamos en la entrada anterior, tomó forma de un libro que nunca se animó a publicar y una producción increíble para lo que es la historia de la filosofía.
Trato de hablar de Dios y de la libertad del mismo modo en que los geómetras hablan de ángulos y rectas. Siempre buscó definiciones y postulados que demuestre lo que decía.
Spinoza se dedicó a destruir la idea de la libertad. Para él no existía, habían leyes que cumplir. Para él solamente Dios es libre porque es causa de sí mismo.
Habla de Dios de una manera diferente a cómo lo hacen las religiones. Para él era ´Dios o
la naturaleza', ambas expresiones son intercambiables. Es un Dios que no crea ni legisla, que está más allá del bien y del mal.
"Somos esclavos de la naturaleza  y lo que se llama religión es en realidad pura suspertición. La libertad consiste en la más radical aceptación de nuestra absoluta falta de libertad".

Finalmente murió sólo y jóven a los 44 años por la enfermedad de sus pulmones. En el mismo momento donde se enfríaba su cuerpo muerto caía una segunda maldición sobre él. Un predicador protestante escribió un texto agraviante sobre su lápida y una de sus frases era "judío renegado que luchó contra Dios con salvajismo".

Luego de su desaparición el estado holandés prohibió la impresión y venta de sus obras.
Para algunos la filosofía de Sínoza demostraba que siempre había habido vínculos entre el judaísmo y el mundo moderno. Otros creían que ponía en cuestión al judaísmo tradicional.

Hoy en día, en el museo de Amsterdam dedicado a la vida judía, no hay rastros de su paso por el mundo. Pero lo que hay que destacar es que los ateos siempre lo vieron como uno de los suyos y lo defendían con entuciasmo...

Retomando una de las principales temáticas del blog, podemos decir que Spinoza murió por una enfermedad, pero que VIVIÓ POR SU IDEAL HASTA LA MUERTE.

jueves, 27 de octubre de 2011

"Spinoza, filósofo maldito".

               
                             
  Baruch Spinoza, por Jorge Luis Borges


Bruma de oro, el Occidente alumbra
la ventana. El asiduo manuscrito
aguarda, ya cargado de infinito.
Alguien construye a Dios en la penumbra.
Un hombre engendra a Dios. Es un judío
de tristes ojos y de piel cetrina;
lo lleva el tiempo como lleva el río
una hoja en el agua que declina.
No importa. El hechicero insiste y labra
a Dios con geometría delicada;
desde su enfermedad, desde su nada,
Sigue erigiendo a Dios con la palabra.
El más pródigo amor le fue otorgado,
el amor que no espera ser amado. 

* * 
Las traslúcidas manos del judío
labran en la penumbra los cristales
y la tarde que muere es miedo y frío.
(Las tardes a las tardes son iguales.)
Las manos y el espacio de jacinto
que palidece en el confín del Ghetto
casi no existen para el hombre quieto
que está soñando un claro laberinto.
No lo turba la fama, ese reflejo
de sueños en el sueño de otro espejo,
ni el temeroso amor de las doncellas. 
Libre de la metáfora y del mito
labra un arduo cristal: el infinito
mapa de Aquel que es todas Sus estrellas. 
* * *

lunes, 24 de octubre de 2011

Hoy mentiras piadosas, mañana 'el éxito'...

Leyendo las noticias del día mediante portales en la Web, encontré una curiosa nota que me hizo recordar a una temática abordada la clase anterior sobre las MENTIRAS.
De pequeños siempre nos dicen que mentir no está bien, pero un estudio revela todo lo contrario. La ciencia hoy prueba que aquellos niños que mienten mucho, al crecer, tienen mayor probabilidad de ser exitosos.
 ¿Ciencia vs ética? Eterno dilema.

"Los niños que saben decir mentiras tienen más probabilidades de tener ‘éxito’ en la vida"

En lo que parecería añadir evidencia a la teoría de que el mundo es ficción, un estudio de la Universidad de Toronto indica que los niños que logran decir mentiras desde los 2 años tienen mayor probabilidad de tener una vida exitosa. Al parecer la habilidad de decir mentiras prefigura la capacidad de pensar rápido y mantener un proyecto detrás una relación social. Además, mentir involucra múltiples procesos de pensamiento al integrar diversas fuentes de información, manipulación de los datos que genera una ventaja.
Aunque el estudio también parece ficción, el Dr. Kang Lee, director del Institute of Child Study de la Universidad de Toronto, dice: “Casi todos lo niños mienten. Los que tienen mejor desarrollo cognitivo mienten mejor porque saben cubrirse. Más tarde en su vida, se vuelven banqueros “.
El Dr. Lee y su equipo examinaron a más de 1,200 niño entre las edades de 2 y 16, encontrando que los que tienen mejores funciones cognitivas dicen mejores mentiras.
Según sus estudios, la edad más mentirosa son los 12 años, justo la transición hacia la adolescencia. Poco a poco la tendencia cae hasta que los adultos encallan en decir lo que comúnmente se llama mentiras blancas.
Asimismo, la investigación sugiere que no existe una relación directa entre decir mentiras de niño y una tendencia a hacer trampa en exámenes o fraudes en edades más adultas.
Por otra parte, un estudio anterior de la Universidad de Southampton reveló que estudiantes que exageraron sus promedios universitarios en entrevistas luego mejoraron sus calificaciones. La ficción se vuelve autoprofecía.

http://informe21.com/salud-bienestar/los-ninos-saben-decir-mentiras-tienen-mas-probabilidades-tener-%E2%80%98exito%E2%80%99-vida#.TqXVmR9txM0.twitter

Fuente: http://pijamasurf.com/2010/05/los-ninos-que-saben-decir-mentiras-tienen-mas-probabilidades-de-tener-exito-en-la-vida/

jueves, 6 de octubre de 2011

Robo de bebés

Luego del relato de la clase pasada acerca del robo sistemático de bebés durante la dictadura militar, fue un tema que quedó latente en nuestras cabezas, por ello, al leer y oir una noticia que durante el día estuvo en boca de muchos, acerca del robo de una beba en Chacabuco, la decidimos compartir con ustedes.
Por un lado, cabe destacar que nada se compara con lo que pasó durante la dictadura militar. Pero, más allá de mayor o menor violencia, el robo de bebés, el robo de la identidad de una persona, es algo que HOY se sigue dando.
Acá tenemos el ejemplo de Pía, que recién nacida fue robada de los brazos de su madre por una mujer disfrazada de enfermera. Felizmente, la encontraron y volvió con su mamá, y a diferencia de tantas personas que perdieron su identidad o la recuperaron luego de tanto tiempo, Pía el día de mañana sabrá quién es y de dónde viene.
No sabemos cuál era el fin de aquella persona que la robo, tal vez venderla. Pero ya en su segundo día de vida, esta persona intentó quitarle su identidad, pero no lo logró. Sólo lo hicieron por unas horas al vestirla con ropa de niño, pero por suerte, detrás de esos trapitos celestes, lograron recuperarla.

http://www.clarin.com/sociedad/stylecolorBF1424La-Pia-felizibrRobaron-hospital-recuperaron_0_567543421.html

CLARÍN
La odisea de Pía tuvo final feliz
Robaron una beba de un hospital, pero a las seis horas la recuperaron
06/10/11 - 01:50
Nació anteayer en Chacabuco. Se la llevó una falsa enfermera. Hay cinco detenidos.

Por Candelaria Schamun - Gisele Sousa Dias
La mujer entró a la habitación vestida con un ambo bordó, como el que usan las enfermeras. En una de las dos camas, Lucía abrazaba a Pía, su beba de 18 horas de vida. La mujer preguntó si ya había tomado la teta, le pidió a la mamá que le pusiera el gorrito, la envolvió en una manta blanca y dijo que la tenía que llevar a neonatología para hacerle los controles de rutina. Lucía se la entregó pero algo la hizo dudar: la mujer –enfermera, supuestamente, del área más delicada de una maternidad– tenía un olor a cigarrillo insoportable. Enseguida llegó la abuela de Pía. Y cuando le dijeron que a su nieta la habían llevado a neo se descolocó: Pía no tenía problemas de salud. Caminó hasta la sala con una pregunta y volvieron dos: “¿Qué enfermera?”, “¿Qué beba?”. La Policía la buscó durante más de seis horas, guiada por testimonios y las dos fotos que el padre le había sacado al nacer. A la tarde, la encontraron.
El jueves, por problemas de presión, Lucía Graduazzo, de 26 años, quedó internada en el Hospital Municipal Nuestra Señora del Carmen, en Chacabuco (a 200 kilómetros de la Capital). Pía nació el martes, por parto normal y pesó 2,900 kg. En la puerta de la habitación colgaron un cartelito rosado que decía “bienvenida”. Eso creen, pudo haber sido el anzuelo.
A Pía se la llevaron ayer “entre las 11.40 y las 12 del mediodía”, contó a Clarín Irma, la abuela materna. Lo sabe con precisión porque fueron los únicos 20 minutos en que dejó a Lucía sola y salió con su yerno. “Como si la mujer nos hubiera estado vigilando”, especuló. Ella, se acordó cuando se la describieron, la había visto sentada desde las 9 de la mañana frente a la sala de neonatología. Sola.
Otras dos personas la habían visto: la madre de la beba y una desconocida que acunaba a su bebé en la cama de al lado. Juntas hicieron un identikit. La Policía cerró todos los accesos a la ciudad y dispuso un operativo de control de autos y micros. Varios policías se instalaron en el hospital. Al mismo tiempo, el director, Mario Villanueva, salió a hablar con los medios: “Llevo 30 años trabajando en este hospital y nunca había pasado algo así. Robaron a la nena y se fueron caminando por la puerta principal”. Repetía que adentro de un hospital de pueblo los controles no son demasiado rigurosos, que no tienen personal de seguridad y que la única cámara que podría haberlo registrado era la de la puerta del hospital.
Con los datos que aportó un testigo –alguien que la vio merodear durante toda la mañana por los pasillos del hospital–, la Policía salió a hacer allanamientos. Pasadas las 6 de la tarde, la encontraron en una zona rural de la ciudad y la llevaron al hospital para que Lucía, que estaba siendo atendida por un equipo de psicólogos, la reconociera. Era Pía, aunque le habían cambiado la ropa a pintitas rojas por un conjuntito de varón.
“Cuando ingresamos a la casa de esta mujer estaba limpiando muy tranquila y la beba estaba en el moisés. No lloraba”, dijo a este diario Sergio Gil, jefe de la Departamental. Según él, anoche, cinco personas quedaron detenidas: la mujer, de unos 33 años, su concubino, y otras tres personas que habrían participado de la logística. Serían tres “amigos que hacía tiempo no veía” a quienes les pidió que fueran a buscarla “con su hijo recién nacido” al hospital.
“Fue horrible, no quería ni pensar lo que podía llegar a pasar si no aparecía”, decía anoche Andrés Sala, el papá de Pía, 20 años, empleado de una empresa de harinas. A la beba, dijo, no le habían dado de comer. Por eso, mientras él agradecía al mundo, su hija, ahora con un día de vida cumplido, seguía prendida a la teta de su mamá.


jueves, 15 de septiembre de 2011

Manuel Dorrego o, según sus amigos, "el loco Dorrego"

(Manuel Dorrego nació nació el 11 de junio de 1787 en Buenos Aires y falleció en Navarro, el 13 de diciembre de 1828).

Teniendo en cuenta el texto "Romance a la muerte de Manuel Dorrego", podemos decir que no encontramos a alguien, en la actualidad, que merezca su comparación. Al contrario.
Dorrego hoy sería un gran candidato ya que que a diferencia de lo que sucede en la actualidad, que tal vez a la hora de votar nos encontramos frente a sujetos que no hicieron nada relevante por su pueblo y sólo escuchamos discursos de los cuáles sólo nos queda dudar; él demostró valentía y convicción por sus ideales por los cuales murió (fusilado por Lavalle, opositor unitario).
El luchó por la unión entre las provincias, por evitar esa maldita desigualdad que es un fantasma lleno de intereses, que hasta hoy nos persigue y parece imposible que desaparezca.
Mismo el legendario Belgrano le expresó a San Martín en las batallas de Salta y Tucumán que lo quería poner a Dorrego al mando ya que era el único jefe con quien podía contar.

"NO SÉ QUE ADMIRAR MÁS EN EL CORONEL DORREGO, SI SU BRAVURA EN LA PELEA O SU GENEROSIDAD EN EL TRIUNFO". Frase que expresó Barreda, cuando derrotado, Dorrego lo protegió con su campera .


Sí, "GENEROSIDAD EN EL TRIUNFO", algo que hoy casi desconocemos cuando en la mayoría de los casos lo único que importa es el PODER...

PODER: seguramente era lo único que pasaba por la cabeza de Lavalle cuando fusiló a Dorrego, quien falleció con DIGNIDAD y mostrando su VALENTÍA y HUMILDAD hasta último momento.

                                                      El fusilamiento de Dorrego, obra de Rodolfo Campodónico

jueves, 8 de septiembre de 2011

“El culto a la Virgen morena”, Cecilia Peñalva.


Según la autora,  este texto es un trabajo en el que intenta una aproximación al fenómeno religioso a través de una revalorización de los símbolos como una dimensión esencial del hombre y de la vida social.
El símbolo religioso es un momento de la identidad inconclusa, susceptible de resignificarse.
La fe que uno deposita en el símbolo al cual se le agradece, se le pide trabajo, etc., es en parte, la confianza que uno se tiene a sí mismo, aunque probablemente se sienta incapaz de hallar en sí mismo las fuerzas para seguir. Por eso, la autora considera que la marcha sagrada hacia el símbolo, la peregrinación, es caminar hacia el reencuentro con uno mismo.
La religiosidad forma parte de las raíces, por ello, cuando uno recurre a algún símbolo religioso es porque lo ha aprehendido de su propia cultura y se construyen identidades.
Cecilia Peñalva se focaliza en comprender de qué manera influyen estos símbolos populares en la construcción de identidades.
Actualmente, las manifestaciones religiosas constituyen un fenómeno social, y es difícil que alguna otra la supere en convocatoria.
 
Historia…
La historia de la Virgen Morena se desarrolla a principios del siglo XVII, cuando el noroeste estaba convertido en un campo de batalla entre sus habitantes originarios y los conquistadores. La ciudad de Catamarca no existía aún, pero sí la población colonial del valle, conocida hoy como “Valle Viejo”.
El descubrimiento realizado por los españoles se dio en el 1618-1620,  fecha a partir de la cual comenzaron a narrar la historia del la virgen.
Luego de que los españoles lograran asentarse en esta región en el 1591, hacia el 1600, con un increíble crecimiento demográfico el obispo de Tucumán dispuso la creación del curato del Valle de Catamarca.
Cuando se produjo el descubrimiento, Manuel de Salazar era el administrador del Valle. Según la tradición, fue un indio, servidor de Salazar, quien le anunció a su amo que en una gruta cercana a su pueblo, los indios veneraban una estatuilla de la Virgen. Seguido a esto, Salazar retiró la imagen de la gruta y se la llevó a su casa.
El administrador representaba a todo el poderío español, por ello, desde ese momento la virgen dejó de ser india para convertirse en “PATRONA DE LAS ARMAS ESPAÑOLAS”.
Al ser descubierta, la Virgen Morena ya constituía un símbolo para los indios, pero como a los españoles les resultaba conocida se la apropian. De esta manera, la virgen, como símbolo, representa el problema de una identidad contradictoria. Se presenta una paradoja: es india por un lado y tributaria de la religión del conquistador por el otro.
Su identidad es como la nuestra: múltiple. Lleva la impronta de la ambigüedad desde su comienzo.
Pese a que los indios la descubrieron antes, fueron los colonizadores quienes se encargaron de su divulgación. A partir de entonces, el símbolo se identificó con el cristianismo de la conquista y la intervención de la virgen en las diferentes guerras se inclinaría a favor de los hispanos.

La virgen Morena comenzó a perder lentamente sus huellas indias, salvo su color de rostro, que aún hoy la delata y da cuenta de sus verdaderas raíces.
Este rasgo externo, tan oculto y explícito a la vez, nos puede servir para guiarnos en aquellas cuestiones de nuestra compleja identidad que aún nos desbordan.
El origen de esta imagen se encuentra teñido de misterios. La tradición católica le adjudica un origen divino, externo y misterioso, y su presencia en la gruta como una explicación de tipo milagrosa-religiosa en relación a un ángel.
Como esta hay una gran variedad de versiones, pero más allá de las diferencias, su origen se ha mantenido en silencio. El mismo que envuelve la historia sistemáticamente encubierta de los indios.

Como siempre EL SILENCIO, gran protagonista



SITIO WEB DE LA VIRGEN DEL VALLE

domingo, 4 de septiembre de 2011

El Rock Nacional, un movimiento que en época de la dictadura militar, cuando todos se callaban, ellos CANTABAN lo que pasaba.

La marcha de la bronca
Pedro y Pablo
Bronca cuando ríen satisfechos
al haber comprado sus derechos,
Bronca cuando se hacen moralistas
y entran a correr a los artistas,
Bronca cuando a plena luz del día
sacan a pasear su hipocresía,
Bronca de la brava, de la mía,
bronca que se puede recitar,
Para los que toman lo que es nuestro
con el guante de disimular,
Para el que maneja los piolines
de la marioneta general.
Para el que ha marcado las barajas
y recibe siempre la mejor.
Con el as de espadas nos domina
y con el de bastos entra a dar y dar y dar.
¡Marcha! Un, dos...
No puedo ver
tanta mentira organizada
sin responder con voz ronca
mi bronca,
mi bronca.
Bronca porque matan con descaro,
pero nunca nada queda claro.
Bronca porque roba el asaltante,
pero también roba el comerciante.
Bronca porque está prohibido todo,
hasta lo que haré de cualquier modo.
Bronca porque no se paga fianza
si nos encarcelan la esperanza.
Los que mandan tienen este mundo
repodrido y dividido en dos.
Culpa de su afán de conquistarse
por la fuerza o por la explotación.
Bronca, pues entonces, cuando quieren
que me corte el pelo sin razón,
es mejor tener el pelo libre
que la libertad con fijador.
¡Marcha! Un, dos...
No puedo ver
tanta mentira organizada
sin responder con voz ronca
mi bronca,
mi bronca.
Bronca sin fusiles y sin bombas.
Bronca con los dos dedos en Ve.
Bronca que también es esperanza.
Marcha de la bronca y de la fe...
"La marcha de la bronca", 1970



Rodolfo Walsh, un ideal que lo llevó a su muerte, pero no al olvido.

Pese al control que tenía el gobierno de facto sobre los medios de comunicación Rodolfo Walsh, un héroe para muchos, reflejó  todo lo que verdaderamente estaba sucediendo, aunque tristemente esta carta fue la que lo llevó a la muerte. Muerte que nos dejó  un documento histórico que verdaderamente refleja la nefasta epoca que vivió Argentina de los 70.

"El escritor y periodista argentino Rodolfo Walsh murió el 25 de marzo de 1977 en una emboscada, poco después de que enviara a varias redacciones de periódico su “Carta abierta de un escritor a la Junta militar”, en la que daba cuenta de la motivación principalmente económica que estaba detrás del baño de sangre que cubría el país desde el golpe de Estado del año anterior. En cierta forma, también puede afirmarse que Walsh (1927) murió el día en que la dirigencia de Montoneros, la organización militar y política a la que pertenecía, decidió el paso a la clandestinidad dejando desamparados a sus militantes, que fueron abandonados en el país mientras esa dirigencia huía al extranjero para ser masacrados en nombre de un levantamiento popular que no podía producirse y no se produjo. "


CARTA ABIERTA DE RODOLFO WALSH
A LA JUNTA MILITAR

   1. La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años.
   El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades.
   El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron.
   Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese "ser nacional" que ustedes invocan tan a menudo.
   Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivtas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.
   2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror.
   Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio.1
   Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados.
   De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda un ley que fue respetada aún en las cumbres represivas de anteriores dictaduras.
   La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el "submarino", el soplete de las actualizaciones contemporáneas.2
   Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido.
   3. La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución de rehenes en lugares descampados y horas de la madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga.
   Extremistas que panfletean el campo, pintan acequias o se amontonan de a diez en vehículos que se incendian son los estereotipos de un libreto que no está hecho para ser creído sino para burlar la reacción internacional ante ejecuciones en regla mientras en lo interno se subraya el carácter de represalias desatadas en los mismos lugares y en fecha inmediata a las acciones guerrilleras.
   Setenta fusilados tras la bomba en Seguridad Federal, 55 en respuesta a la voladura del Departamento de Policía de La Plata, 30 por el atentado en el Ministerio de Defensa, 40 en la Masacre del Año Nuevo que siguió a la muerte del coronel Castellanos, 19 tras la explosión que destruyó la comisaría de Ciudadela forman parte de 1.200 ejecuciones en 300 supuestos combates donde el oponente no tuvo heridos y las fuerzas a su mando no tuvieron muertos.
   Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia,incapaces de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según la doctrina extranjera de "cuenta-cadáveres" que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam.
   El remate de guerrilleros heridos o capturados en combates reales es asimismo una evidencia que surge de los comunicados militares que en un año atribuyeron a la guerrilla 600 muertos y sólo 10 ó 15 heridos, proporción desconocida en los más encarnizados conflictos. Esta impresión es confirmada por un muestreo periodístico de circulación clandestina que revela que entre el 18 de diciembre de 1976 y el 3 de febrero de 1977, en 40 acciones reales, las fuerzas legales tuvieron 23 muertos y 40 heridos, y la guerrilla 63 muertos.3
   Más de cien procesados han sido igualmente abatidos en tentativas de fuga cuyo relato oficial tampoco está destinado a que alguien lo crea sino a prevenir a la guerrilla y Ios partidos de que aún los presos reconocidos son la reserva estratégica de las represalias de que disponen los Comandantes de Cuerpo según la marcha de los combates, la conveniencia didáctica o el humor del momento.
   Así ha ganado sus laureles el general Benjamín Menéndez, jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, antes del 24 de marzo con el asesinato de Marcos Osatinsky, detenido en Córdoba, después con la muerte de Hugo Vaca Narvaja y otros cincuenta prisioneros en variadas aplicaciones de la ley de fuga ejecutadas sin piedad y narradas sin pudor.4
   El asesinato de Dardo Cabo, detenido en abril de 1975, fusilado el 6 de enero de 1977 con otros siete prisioneros en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército que manda el general Suárez Masson, revela que estos episodios no son desbordes de algunos centuriones alucinados sino la política misma que ustedes planifican en sus estados mayores, discuten en sus reuniones de gabinete, imponen como comandantes en jefe de las 3 Armas y aprueban como miembros de la Junta de Gobierno.
   4. Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias fuerzas.5
   Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en las costas uruguayas, pequeña parte quizás del cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela de Mecánica de la Armada, fondeados en el Río de la Plata por buques de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, "con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles" según su autopsia.
   Un verdadero cementerio lacustre descubrió en agosto de 1976 un vecino que buceaba en el Lago San Roque de Córdoba, acudió a la comisaría donde no le recibieron la denuncia y escribió a los diarios que no la publicaron.6
   Treinta y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9 de abril de 1976, ocho en San Telmo el 4 de julio, diez en el Río Luján el 9 de octubre, sirven de marco a las masacres del 20 de agosto que apilaron 30 muertos a 15 kilómetros de Campo de Mayo y 17 en Lomas de Zamora.
   En esos enunciados se agota la ficción de bandas de derecha, presuntas herederas de las 3 A de López Rega, capaces dc atravesar la mayor guarnición del país en camiones militares, de alfombrar de muertos el Río de la Plata o de arrojar prisioneros al mar desde los transportes de la Primera Brigada Aérea 7, sin que se enteren el general Videla, el almirante Massera o el brigadier Agosti. Las 3 A son hoy las 3 Armas, y la Junta que ustedes presiden no es el fiel de la balanza entre "violencias de distintos signos" ni el árbitro justo entre "dos terrorismos", sino la fuente misma del terror que ha perdido el rumbo y sólo puede balbucear el discurso de la muerte.8
   La misma continuidad histórica liga el asesinato del general Carlos Prats, durante el anterior gobierno, con el secuestro y muerte del general Juan José Torres, Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruíz y decenas de asilados en quienes se ha querido asesinar la posibilidad de procesos democráticos en Chile, Boliva y Uruguay.9
   La segura participación en esos crímenes del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal, conducido por oficiales becados de la CIA a través de la AID, como los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor, sometidos ellos mismos a la autoridad de Mr. Gardener Hathaway, Station Chief de la CIA en Argentina, es semillero de futuras revelaciones como las que hoy sacuden a la comunidad internacional que no han de agotarse siquiera cuando se esclarezcan el papel de esa agencia y de altos jefes del Ejército, encabezados por el general Menéndez, en la creación de la Logia Libertadores de América, que reemplazó a las 3 A hasta que su papel global fue asumido por esa Junta en nombre de las 3 Armas.
   Este cuadro de exterminio no excluye siquiera el arreglo personal de cuentas como el asesinato del capitán Horacio Gándara, quien desde hace una década investigaba los negociados de altos jefes de la Marina, o del periodista de "Prensa Libre" Horacio Novillo apuñalado y calcinado, después que ese diario denunció las conexiones del ministro Martínez de Hoz con monopolios internacionales.
   A la luz de estos episodios cobra su significado final la definición de la guerra pronunciada por uno de sus jefes: "La lucha que libramos no reconoce límites morales ni naturales, se realiza más allá del bien y del mal".10
   5. Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.
   En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar11, resucitando así formas de trabajo forzado que no persisten ni en los últimos reductos coloniales.
   Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisioncs internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9%12 prometiendo aumentarla con 300.000 nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificados de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron.13
   Los resultados de esa política han sido fulminantes. En este primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha desaparecido prácticamente en las capas populares. Ya hay zonas del Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera el 30%, cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas; enfermedades como la diarrea estival, las parasitosis y hasta la rabia en que las cifras trepan hacia marcas mundiales o las superan. Como si esas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido ustedes el presupuesto de la salud pública a menos de un tercio de los gastos militares, suprimiendo hasta los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se suman al éxodo provocado por el terror, los bajos sueldos o la "racionalización".
   Basta andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que semejante política la convirtió en una villa miseria de diez millones de habitantes. Ciudades a media luz, barrios enteros sin agua porque las industrias monopólicas saquean las napas subtérráneas, millares de cuadras convertidas en un solo bache porque ustedes sólo pavimentan los barrios militares y adornan la Plaza de Mayo , el río más grande del mundo contaminado en todas sus playas porque los socios del ministro Martínez de Hoz arrojan en él sus residuos industriales, y la única medida de gobierno que ustedes han tomado es prohibir a la gente que se bañe.
   Tampoco en las metas abstractas de la economía, a las que suelen llamar "el país", han sido ustedes más afortutunados. Un descenso del producto bruto que orilla el 3%, una deuda exterior que alcanza a 600 dólares por habitante, una inflación anual del 400%, un aumento del circulante que en solo una semana de diciembre llegó al 9%, una baja del 13% en la inversión externa constituyen también marcas mundiales, raro fruto de la fría deliberación y la cruda inepcia.
   Mientras todas las funciones creadoras y protectoras del Estado se atrofian hasta disolverse en la pura anemia, una sola crece y se vuelve autónoma. Mil ochocientos millones de dólares que equivalen a la mitad de las exportaciones argentinas presupuestados para Seguridad y Defensa en 1977, cuatro mil nuevas plazas de agentes en la Policía Federal, doce mil en la provincia de Buenos Aires con sueldos que duplican el de un obrero industrial y triplican el de un director de escuela, mientras en secreto se elevan los propios sueldos militares a partir de febrero en un 120%, prueban que no hay congelación ni desocupación en el reino de la tortura y de la muerte, único campo de la actividad argentina donde el producto crece y donde la cotización por guerrillero abatido sube más rápido que el dólar.
6. Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S.Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete.
   Un aumento del 722% en los precios de la producción animal en 1976 define la magnitud de la restauración oligárquica emprendida por Martínez de Hoz en consonancia con el credo de la Sociedad Rural expuesto por su presidente Celedonio Pereda: "Llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser baratos".14
   El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible para algunos ganar sin trabajar el cien y el doscientos por ciento, donde hay empresas que de la noche a la mañana duplicaron su capital sin producir más que antes, la rueda loca de la especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el "festín de los corruptos".
   Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en manos de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens se premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las bocas de expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la Esso, rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong o Singapur y desocupación en la Argentina. Frente al conjunto de esos hechos cabe preguntarse quiénes son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde están los mercenarios al servicio de intereses foráneos, cuál es la ideologia que amenaza al ser nacional.
   Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aún si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán dcsaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas.
   Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.
Rodolfo Walsh. - C.I. 2845022
Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.

jueves, 25 de agosto de 2011

Antígona, el destino trágico de un bellos resplandor...




Antígona representa a aquellos que actúan  según su conciencia que no les importa oponerse al poder establecido para cumplir, en este caso  con sus deberes de hermana, siguiendo los valores y principios verdaderos por los cuales vale la pena vivir.  Es destacable su valentía, tiene el valor que muchos no tenemos y lucha por una causa justa.
 Se ve enfrentada entre su deber moral de sepultar a su hermano y su deber como ciudadana que tiene que cumplir las leyes impuestos por el rey.
Ella actúa correctamente, sabiendo que va a morir, cumple con su deber como hermana. Pero muere tranquila y dignamente por cumplir con sus ideales.


jueves, 18 de agosto de 2011

¿Morir por un ideal o vivir por un ideal?

       Cabezas: murió

     por un ideal...


En una entrevista periodística se había reconocido que sacarle una foto a Yabrán era como "pegarle un tiro en la cabeza", por lo que el comisario acusado del homicidio simple de Cabezas se convirtió en el primer sospechoso por la autoría intelectual de la muerte del reportero, hasta que se suicidó en mayo de 1998 en su estancia de Entre Ríos.
Esta era una de las noticias que circulaba en 25 de enero de 1997 cuando se rumoreaba que el asesinato había sido exclusivamente por esa polémica fotografía. 
Se cumplieron catorce años del asesinato de José Luis Cabezas, el fotógrafo de la revista “Noticias” que el 25 de enero de 1997 fue encontrado muerto en una cava cercana a Pinamar. El cadáver estaba en el auto o en lo que quedaba de él. Sus asesinos lo habían esposado y le habían descerrajado dos tiros. Murió en el acto, pero antes los sicarios se dieron el gusto de propinarle una buena paliza. No había ningún secreto que arrancarle. Lo golpearon por placer, porque seguramente disfrutaban haciéndolo. Después de cumplir su faena incendiaron el auto con el cuerpo adentro. El reloj pulsera de Cabezas se detuvo a las cinco y cuarenta de la mañana. Minutos más, minutos menos, es probable que ésa haya sido la hora de su muerte. Ese domingo yo estaba en LT10 haciendo mi programa de radio cuando llegó la noticia. Recuerdo que al enterarme de los pormenores del crimen, lo primero que se me ocurrió decir fue: así mata la policía.
José Luis Cabezas hacia cuatro años que trabajaba en Pinamar durante la temporada de vacaciones. Su mujer, María Cristina Robledo, era de allí, y tengo entendido que su hija Candela también había nacido en esa ciudad balnearia, ciudad que para esa época era una suerte de Meca del cholulismo menemista.
Un año antes de su muerte, la foto que le había sacado a un esquivo Alfredo Yabrán paseando con su esposa por una playa de Pinamar, se había transformado en la principal noticia del país. El empresario que acababa de ser denunciado por Domingo Cavallo como el jefe de la mafia, había levantado un imperio evaluado en cuatro mil millones de dólares haciendo negocios con el Estado y corrompiendo a políticos y funcionarios.
Yabrán siempre se jactó de su anonimato. En una de sus escasas declaraciones públicas había dicho que sacarle una foto a él era como pegarle un tiro en la frente. Si esas palabras fueron verdaderas -por lo menos nunca fueron desmentidas-, la tentación de declararlo culpable por el crimen de Cabezas es muy grande, sobre todo porque Yabrán no era hombre de dejarse pegar un tiro en la frente sin hacer algo para impedirlo o para vengarlo.
Sin embargo, el que disparó fue Cabezas, no con una pistola sino con una máquina de sacar fotos. Algunos dijeron que en ese momento firmó su condena de muerte. No estoy tan seguro, pero es muy probable que esa foto algo haya tenido que ver con su muerte. O no. Porque después hubo otra foto y no a Yabrán, sino a Pedro Klodzyck, el jefe de la “maldita policía”, como lo calificara la revista Noticias para titular la foto que en agosto de 1996 Cabezas le sacó en su despacho. Pero no nos apresuremos con las conclusiones.
La foto a Yabrán salió en la tapa de la revista Noticias del 3 de marzo de 1996. En enero de 1997 Cabezas y el periodista Gabriel Michi estaban otra vez instalados en Pinamar. Según Michi hubo algunas señales que le permitieron entender que los matones de Yabrán no estaban dispuestos a dejar pasar gratis la foto del año anterior. Una mañana descubrieron que la goma del auto había sido tajeada; otro día dos matones les impidieron acercarse a una fiesta donde estaba Yabrán. A su vez, Cabezas le confió a su colega que antes de llegar a Pinamar había recibido llamadas telefónicas amenazantes.
Los muchachos no se dejaron atemorizar. Confiaban en su estrella, padecían del síndrome de irresponsabilidad que suele atacar a los periodistas en los momentos más difíciles, creían que la legalidad en la Argentina estaba instalada para siempre. O simplemente eran valientes. Vayamos a los hechos.
El viernes 24 de enero a la noche, el empresario telepostal Oscar Andreani celebró su clásica fiesta anual en su lujosa residencia ubicada en uno de los barrios más distinguidos de Pinamar, el barrio preferido, dicho sea de paso, de los funcionarios menemistas. A la reunión estuvieron invitados políticos, empresarios, personajes de la farándula y periodistas. Cabezas y Michi fueron de la partida. Los periodistas de raza nunca suelen decir que no a esas invitaciones, en las que además del buen vino y la buena mesa se pueden actualizar los chismes de la jornada y, muy en particular, los chismes del poder.
Dos vecinos del lugar reconocerán después de la tragedia que, además de los invitados pululaban los guardaespaldas. A uno de estos vecinos le llamó la atención una camioneta blanca con tres o cuatro tipos adentro. Fumaban y hablaban en voz baja. Como la camioneta estaba estacionada frente a la puerta de su casa, una señora se atrevió a preguntarles qué estaban haciendo allí. Tres o cuatro palabras dichas por estos caballeros con el tono que se acostumbra a usar en estos casos, alcanzaron y sobraron para darle a entender a esta buena señora que lo mejor que podía hacer era encerrarse en su casa y dejar de curiosear donde nadie la llamó.



  
Tapa negra de la revista NOTICIAS del 31 de enero de 1997,
tras la muerte de José Luis Cabezas.